📷 Captura Semanal #3
Cómo las Visiones de Futuro y la Tecnología Reconfiguran Nuestra Experiencia Artística
¡Hola! Espero que estés arrancando febrero con la misma energía y ganas de reflexionar que yo. Este rinconcito que cree para darnos un respiro del eterno scroll y reconectar con el arte desde una perspectiva diferente sigue siendo un punto de encuentro para quienes amamos lo contemporáneo, lo crítico y lo creativo. Si es tu primera vez acá, ¡te doy la bienvenida! Y si ya sos parte de nuestra comunidad, ¡mil gracias por seguir compartiendo este viaje de exploración y diálogo! 🤓
Esta semana decidí que era un buen momento para mirar atrás y reflexionar sobre las muestras y los temas que más me han marcado en enero. Me parece una forma perfecta de anclar nuestro presente y proyectar hacia dónde podríamos ir en el año que recién comienza.
El mes de enero estuvo lleno de descubrimientos y reflexiones profundas. Empecé con la muestra “Últimos Ingresos” en el Museo Nacional de Bellas Artes, que me hizo cuestionar qué narrativas y obras realmente merecen ser conservadas, con destacados como la serie “Guilty!” de Marcelo Grossman, que interpela fuertemente sobre la vigilancia y la identidad. Ya en febrero, la travesía continuó con “Vivir sus vidas” de Chiachio & Giannone, donde el arte textil se revela como un potente medio de protesta y expresión de identidades queer, rompiendo los moldes tradicionales. Y el broche de oro fue “La Forma del Futuro” del Colectivo Ouroboros, una exposición inmersiva que nos enfrenta a la creciente autonomía de la tecnología. En un mundo cada vez más dominado por la inteligencia artificial, esta muestra nos invita a pensar en nuestro lugar en un futuro que tal vez nos relegue, tocando fibras esenciales del pensamiento contemporáneo.
Cada muestra dejó una huella en mi forma de ver y entender el arte en estos tiempos turbulentos.
Este febrero, quise ahondar aún más en estas cuestiones participando en un ciclo de clases en el MALBA titulado “El futuro no es un sueño próximo: Hito Steyerl, Byung-Chul Han y Yuk Hui”, donde tres pensadores contemporáneos dialogan con la obra de Cao Fei, tocando puntos clave de nuestra relación con la tecnología, la cultura y el arte.
En la exposición “El futuro no es un sueño” de Cao Fei en el MALBA, nos adentramos en un viaje fascinante que explora la interacción entre tecnología y subjetividad humana. Cao Fei no solo muestra cómo los avances tecnológicos y los cambios urbanos están redefiniendo nuestras vidas, sino que también desafía nuestras percepciones cotidianas a través de sus obras. Utilizando medios como Second Life y el metaverso, la artista crea un espacio donde las identidades virtuales y reales se entrecruzan y provocan una profunda reflexión sobre nuestra realidad.
Las ideas de Hito Steyerl, Byung-Chul Han y Yuk Hui encuentran un eco especial en esta muestra. Steyerl, con su crítica a la “imagen pobre” y la influencia de los medios digitales en nuestra realidad, entra en diálogo con las instalaciones de Cao Fei, que cuestionan las narrativas visuales y su impacto en nuestra comprensión del mundo. Esta conexión se refleja claramente en cómo Cao Fei usa las plataformas digitales para explorar y deconstruir la construcción de nuestras identidades.
Por otro lado, Byung-Chul Han nos hace reflexionar sobre cómo la transparencia y la vigilancia tecnológica modelan nuestras interacciones sociales y nuestra auto-percepción. En las obras de Cao Fei, este tema resuena al explorar la tensión entre autonomía personal y avances tecnológicos, mostrando cómo la tecnología puede alienarnos o abrir nuevas formas de existencia.
Yuk Hui y su concepto de “cosmotécnica” invitan a pensar en una convivencia armoniosa entre diferentes tecnologías y sistemas de pensamiento, algo que se refleja en el enfoque multidisciplinario y global de Cao Fei. Las obras de la artista, que mezclan ciencia ficción, realidad virtual y crítica social, son un terreno fértil para explorar cómo distintas tecnologías pueden coexistir y reformar nuestras percepciones culturales y sociales.
Ahora, me gustaría saber tu opinión: ¿Cómo ves la interacción entre tecnología y cultura en las obras de Cao Fei? ¿Refleja o desafía tu propia experiencia con la tecnología? ¿Cómo resuenan o divergen las visiones de futuro de Cao Fei con las utopías o distopías tecnológicas discutidas por Steyerl, Han y Hui?
Reflexionar sobre estas experiencias es esencial porque el arte, en todas sus formas, no solo refleja nuestra realidad sino que también la moldea. Te invito a unirte a mí en este recorrido, donde juntos vamos a descubrir lo que estas exposiciones nos pueden contar sobre el mundo actual y los futuros que podríamos estar construyendo. Me interesa aprovechar las ideas de estos pensadores contemporáneos, cuyas teorías se entrelazan con las narrativas que estas obras de arte proponen.
Hito Steyerl
Hito Steyerl nos desafía a ver más allá de la superficie brillante de los medios digitales. A través de su enfoque, explora cómo la proliferación de la imagen digital en nuestras vidas no solo cambia nuestra relación con el arte sino también con la realidad misma. En un mundo donde la “imagen pobre”, como la denomina Steyerl, circula a velocidades vertiginosas y se desprende de su contexto original, ¿cómo afecta esto nuestra percepción del arte y de la política? Su análisis no solo se aplica a los medios visuales sino también al cine, la fotografía y la instalación artística, ofreciendo una crítica aguda sobre cómo estas formas pueden ser manipuladas o empoderadas en un sistema globalizado. En su ensayo “En defensa de la imagen pobre”, Steyerl pregunta: ¿Pueden estas imágenes actuar como un espacio de resistencia o subversión en una era de vigilancia masiva y control algorítmico? Este enfoque se convierte en una herramienta vital para analizar nuevamente obras como “Guilty!” de Marcelo Grosman, donde la identidad y la vigilancia entrelazan de maneras complejas y a menudo perturbadoras.
Se destaca por su crítica a la estética de los medios y su impacto en la percepción y política. A través de su enfoque, podemos explorar cómo las imágenes y los medios digitales moldean la realidad, una temática que resuena profundamente con las reflexiones sobre la identidad y la vigilancia que observamos en “Guilty!” de Marcelo Grossman. Steyerl nos invita a considerar el arte no solo como una forma estética, sino como una práctica inmersa en el poder y la resistencia.
Hito Steyerl tiene una forma muy especial de mirar el mundo digital, sobre todo cuando habla de las “imágenes pobres” —esas que se comparten y reproducen a baja calidad en internet— y cómo esto afecta nuestra comprensión de la realidad. Pero, como en toda teoría, no todos están de acuerdo. Algunos dicen que Steyerl puede simplificar demasiado las cosas, ignorando cómo diferentes grupos usan estas tecnologías de maneras que realmente pueden empoderarlos. Por ejemplo, en movimientos sociales en diversas partes del mundo, las imágenes digitales han sido esenciales para organizar y movilizar a la gente, algo que Steyerl podría estar subestimando con su visión algo pesimista.
Byung-Chul Han
Byung-Chul Han, con su perspectiva filosófica sobre la transparencia y la vigilancia, profundiza en cómo la tecnología no solo facilita sino que también moldea nuestras interacciones sociales y auto-percepciones. En su obra, Han critica lo que él llama “la sociedad de la transparencia”, donde todo se vuelve visible y nada es privado. Este pensamiento es crucial para entender el impacto de la tecnología en la auto-representación y el arte. En tiempos donde cada acción y cada imagen pueden ser monitoreadas y analizadas, ¿cómo afecta esto la creatividad y la libertad de expresión? Sus reflexiones nos llevan a preguntar: ¿Cómo el arte puede ofrecer un espacio para la ambigüedad y el misterio en un mundo donde todo parece estar expuesto? La idea de Han de una resistencia a través del ser “inauténtico” ofrece un contrapunto intrigante a la demanda de autenticidad en las redes sociales y las artes visuales.
Ofrece una visión penetrante sobre cómo la hiperconectividad afecta nuestra psique y relaciones sociales. Su concepto de la sociedad del cansancio y la transparencia puede aplicarse críticamente para entender las dinámicas de observación y auto-representación en la era digital, vinculándose directamente con las obras que desafían la noción de identidad y vigilancia.
Byung-Chul Han nos ofrece una mirada crítica sobre lo que él llama la “sociedad de la transparencia”, donde todo es visible y nada es privado. Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con su visión, que a veces parece pintar con una brocha muy gruesa, especialmente cuando aplica su análisis del Este asiático a todo el mundo. Además, su enfoque negativo hacia la transparencia y la vigilancia podría pasar por alto cómo estas herramientas también pueden ser usadas para bien, como en la lucha contra la corrupción en diferentes gobiernos y organizaciones alrededor del mundo.
Yuk Hui
Por otro lado, Yuk Hui, propone una filosofía de la tecnología que va más allá de la crítica de la modernidad tecnológica y busca formas de convivencia entre diferentes sistemas tecnológicos, un concepto que él llama “cosmotécnica”. Hui nos invita a considerar la diversidad tecnológica como una forma de resistencia contra la homogeneización cultural y tecnológica. En un mundo dominado por ciertas tecnologías que dictan cómo interactuamos y cómo pensamos, Hui pregunta: ¿Es posible imaginar un futuro donde múltiples tecnologías coexistan y contribuyan a nuevas formas de arte y expresión cultural? Este diálogo entre tecnologías puede verse reflejado en el arte contemporáneo, donde artistas de diversas disciplinas utilizan medios híbridos para explorar y criticar las tecnologías dominantes.
Yuk Hui aborda la filosofía de la tecnología desde una perspectiva que critica la uniformidad tecnológica, proponiendo en su lugar una diversidad cosmotécnica. Este pensamiento es crucial para entender exposiciones como “La Forma del Futuro”, donde la fusión entre lo biológico y lo sintético cuestiona la propia esencia de lo que consideramos humano y su representación artística.
Yuk Hui y su idea de “cosmotécnica” nos invitan a pensar en un mundo donde diferentes tecnologías y filosofías podrían coexistir en armonía. Es una visión bastante atractiva, pero no exenta de críticas. Algunos señalan que, aunque es una propuesta interesante, Hui no siempre explica cómo se podría implementar esto en la práctica, en un mundo dominado por grandes empresas tecnológicas que no siempre ven la diversidad tecnológica como algo prioritario. Además, mientras que critica la homogeneización tecnológica, a veces parece ignorar los beneficios que pueden traer algunos estándares globales, como facilitar la comunicación y la colaboración entre diferentes culturas y sistemas tecnológicos.
Moldes del Futuro
Estos pensadores no solo amplían nuestra visión sobre el arte contemporáneo, sino que nos lanzan desafíos cruciales: ¿cómo podemos vivir, crear y resistir en un mundo saturado por la tecnología? Imaginemos, por un momento, encontrar formas de expresión en el arte que realmente desafíen las normas tecnológicas y culturales. Piensa en cómo artistas como Chiachio & Giannone o Marcelo Grosman utilizan su obra para abrir nuestras mentes a nuevas posibilidades. ¿No es emocionante pensar en el arte como un campo de batalla donde se lucha por la identidad y la libertad en tiempos de vigilancia digital y realidad aumentada?
Este 2025 se perfila como un año clave para profundizar y expandir estos temas. Las exposiciones y debates que estamos viviendo no solo reflejan nuestra realidad actual, sino que también están moldeando lo que viene. Te invito a que te unas a esta reflexión. Vamos a pensar juntos cómo el arte y la tecnología se entrelazan en nuestras vidas diarias.
Además, estas clases y discusiones no solo enriquecerán nuestro entendimiento de las exposiciones que estamos visitando, sino que también nos ayudan a colocar estas obras en un contexto más amplio de debates contemporáneos sobre arte y tecnología. Analizar cómo estos temas influyen y transforman el campo del arte contemporáneo nos puede dar pistas sobre hacia dónde podría dirigirse el arte en el futuro.
¿Y qué implica todo esto para el futuro del arte contemporáneo? Estamos siendo testigos de una evolución en la que el arte no solo refleja la realidad, sino que también participa activamente en la creación de nuevas realidades. La fusión del arte con tecnologías avanzadas y debates filosóficos nos muestra que el arte contemporáneo sigue empujando sus fronteras, no solo en términos de medios utilizados, sino también en las ideas y discursos que propone.
Este mes, mientras sigo explorando y participando en nuevas exposiciones y clases, te animo a que reflexiones sobre cómo estas ideas resuenan con tus propias experiencias y percepciones del arte y la tecnología. ¿De qué manera estos pensamientos y obras desafían o refuerzan tus propias visiones del mundo?
¿Y ahora, qué sigue?
Además de este repaso por el arte que me ha inspirado últimamente, estoy cocinando algo especial: una serie de entrevistas con artistas que seguro van a enriquecer aún más nuestra comprensión del arte contemporáneo. Todavía estoy moldeando el formato de estos encuentros, pero estoy super emocionada con la idea y ansiosa por compartir estas conversaciones con vos tan pronto como estén listas. Estoy pensando en abrir un espacio especial acá en Substack para ellas, aunque voy a elegir la plataforma que mejor se ajuste a este emocionante proyecto.
Y antes de que nos despidamos, me encantaría conocer qué muestras están en tu radar y cuáles planeas visitar próximamente. Tus recomendaciones son una ventana a nuevos horizontes y podrían ser la chispa para futuros temas de estas capturas semanales. Así que no te guardes tus planes artísticos, ¡compartilos conmigo! La idea es que sigamos explorando y descubriendo juntos las infinitas posibilidades que el arte nos ofrece para comprender y transformar nuestro entorno.
Hasta nuestra próxima captura, sigamos entrelazando juntos esas narrativas que moldearán nuestro futuro.
Un abrazo,
Julieta